En ciudades como París, Londres, Budapest y Roma se están construyendo rápidamente ciclovías improvisados, las calles se están dejando libres de coches y mientras tanto se han abandonado los planes de infraestructura para el ciclismo.
Hasta en los Países Bajos la crisis de la Corona tiene una influencia estimulante en el uso de las bicicletas. Las ventas de bicicletas electrónicas para ir y venir entre la casa y el trabajo han aumentado enormemente y la bicicleta como actividad de pasatiempo ha ganado una considerable popularidad.
La pregunta ahora es si la gente continuará con el ciclismo después de la crisis. Que el ciclismo es mejor para la salud y el medio ambiente es ahora conocido. Se espera que muchas personas continúen usando la bicicleta por su cuenta mientras puedan viajar con seguridad y casi tan rápido de A a B como en transporte público o en coche. Por eso es importante acelerar la mejora de la infraestructura ciclista y de los centros urbanos sin coches.
Se requieren datos de medición precisos para trazar un mapa adecuado del aumento del número de ciclistas y para tomar las decisiones correctas sobre la mejora de la infraestructura. ¿En dónde y cuándo hay cada vez más bicicletas electrónicas, bicicletas de carretera y pedales que van entre las bicicletas de carga y las bicicletas para niños? Estos son los momentos inseguros. El equipo de medición Signum de Cycledata proporciona la información más precisa, incluso en las horas punta, sobre qué ciclovías están más ocupados y son más inseguros y cómo se utilizan. Con estos datos, los gobiernos pueden determinar dónde deben construirse nuevos ciclovías y cuáles deben modificar. Una buena infraestructura ciclista contribuirá sin duda a que la gente tome sus bicicletas incluso después de la crisis.